Potenciar el uso de las bombas de calor, es el objetivo de la Guía para el Usuario, que se desarrolló como parte del proyecto de apoyo a la NAMA “Energías Renovables para Autoconsumo en Chile”, que financia Nama Facility y lidera el Ministerio de Energía, con el apoyo del Programa de Energías Renovables y Eficiencia Energética, de la GIZ.
Gabriel Prudencio, jefe de la División de Energías Sostenibles del Ministerio, explicó que “esta guía nos permite disponer de información sobre las bombas de calor generando beneficios para viviendas e industrias. La guía está en línea con la nueva Estrategia de Transición Energética Residencial, que contempla distintas acciones para ir, gradualmente, resolviendo el problema que genera la contaminación -especialmente en la zona centro sur del país- que se produce al usar leña húmeda en la calefacción de los hogares- Adicionalmente, se presenta información valiosa para que comercios e industrias puedan aprovechar los beneficios de este tipo de tecnología”.
Por su parte, José Fuster, asesor técnico de GIZ, agregó que “el objetivo de esta guía es ser una primera aproximación a estas tecnologías y sus ventajas. Chile tiene un enorme potencial en el uso de bombas de calor para obtener frío o calor, climatizando diversos inmuebles de forma económica y sustentable. Además, su implementación puede aportar a combatir la contaminación del centro sur del país y reducir en el uso de combustibles fósiles, evitando la emisión de gases de efecto invernadero”.
Beneficios de la Tecnología
Una bomba de calor es un equipo que transfiere calor de un lugar a otro y su nombre proviene del bombeo que estos equipos realizan. Su uso contempla una serie de beneficios asociados a una alta eficiencia energética y bajos costos de operación.
Así, esta tecnología permite entregar aire acondicionado, calefacción o abastecer de agua caliente sanitaria a cualquier instalación que requiera de frío o calor, pudiendo ser usada en viviendas, el comercio o la industria.
Entre los beneficios de las bombas de calor se cuenta que sus equipos son altamente eficientes: pueden entregar entre tres y cinco unidades de calor, por cada unidad de energía consumida; además permite su uso en diferentes condiciones geográficas y climáticas; usan recursos renovables, como el calor de la tierra o del aire exterior; necesitan poco mantenimiento; son duraderas y altamente confiables, con una vida útil promedio de 20 a 25 años; se pueden implementar en edificios de diversos tamaños, entre otros.
La Guía para el Usuario de Bombas de Calor, está disponible en la página web del Ministerio, y de GIZ; así como videos explicativos e índices de precios, colaborando, de esta forma, con el desarrollo de esta tecnología mediante la caracterización y el análisis del mercado en Chile.