La cadena de valor del hidrógeno verde describe desde el proceso de su producción hasta su uso final en distintas aplicaciones, detallando en cada etapa los procesos o sistemas involucrados, mostrando los diversos caminos o rutas de este vector energético.
Esta cadena de valor comienza con la definición de la fuente renovable, como la solar, eólica, hidráulica o biomasa, entre otras, la cual se utiliza para producir el hidrógeno, ya sea a través de conversiones electroquímicas, como el caso de la electrolisis y fotólisis; la conversión bioquímica, como la biofotólisis; la fermentación, para las materias primas orgánicas; y conversión termoquímica, para la biomasa.
Se incluye también, el almacenamiento y transporte del hidrógeno en forma gaseosa en contenedores a presión, así como su manejo en forma líquida (criogénica), a través de distintos medios, incluyendo tuberías o gasoductos, ya sea hidrógeno puro o en mezcla con el gas natural, transporte en camiones y barcos.
Además, se muestran finalmente los distintos usos del hidrógeno, tales como la generación de electricidad y calor, el almacenamiento energético, su uso en transporte, en la industria y también sus derivados como el amoniaco y los combustibles sintéticos.