En el contexto de alcanzar la carbono neutralidad al 2050, el sector energético tendrá que seguir adaptándose para operar con una mayor penetración de las energías renovables no convencionales.
De esta forma el uso de sistemas de almacenamiento tomará un rol importante en la gestión de este tipo de energía, ya que permite modificar el perfil de consumo de los usuarios, acumulando energía en los bloques de más disponibilidad por parte de los generadores solares y eólicos, para posteriormente entregarla al sistema en los bloques que no tienen participación, descongestionando a su vez el sistema de transmisión.
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